Justicia Penal Juvenil

lunes, 29 de septiembre de 2008

¿Qué es la justicia penal adolescente?

La justicia penal adolescente es un sistema de administración de justicia que extiende los derechos y garantías del debido proceso a los adolescentes a quienes se acuse de haber participado en la comisión de una infracción a la ley penal. Ahora bien, lo que verdaderamente caracteriza al derecho penal de adolescentes es la finalidad educativa y restauradora de la pena, lo que, en primer lugar, permite la reparación del daño causado en cualquier fase del procedimiento y consecuentemente el archivo de la causa y, en segundo, aconseja la menor restricción de derechos posible a la hora de imponer la sanción, siendo la privación de libertad el último recurso y sólo para infracciones muy graves.

¿Porqué los adolescentes deben tener derecho a una justicia

especializada?

La Convención sobre los Derechos del Niño y las Reglas de Beijing para la Administración de Justicia de Menores recomiendan la organización de una justicia especializada, flexible y diversa, para juzgar a las personas menores de 18 años. Su razón de ser está en el reconocimiento de la adolescencia como la etapa de la vida en la que las personas se encuentran en plena evolución intelectual, emocional y moral, sin haber culminado el proceso de formación para la vida adulta, lo que facilita, si se intervine a tiempo, la recuperación del sujeto infractor en una proporción superior a la de los delincuentes mayores de edad.

La psicología evolutiva entiende que el adolescente infractor es una persona en desarrollo que no ha tenido tiempo para interiorizar las normas que rigen la sociedad en que vive. Esto no significa que sea incapaz de discernir y que, por tanto, resulte irresponsable, sino que, por las razones anteriormente expuestas, la reacción social frente a sus actos delictivos no debe ser de castigo sin más, debiéndose procurar su integración social y evitar en todo momento que sea

privado de su derecho fundamental a la educación.

¿Cuál es la finalidad de la justicia penal adolescente?

Podemos enumerar al menos cuatro finalidades por orden de importancia:

1) Administrar justicia de forma democrática.

2) Fomentar la responsabilización del adolescente que ha cometido una

infracción penal.

3) Promover su integración social.

4) Favorecer la participación de la comunidad en el proceso de reinserción

social, mediante la oferta de servicios y programas para el cumplimiento de

medidas socio-educativas.

¿Porqué se fija una edad mínima de responsabilidad penal adolescente?

Aunque las Reglas de Beijing dejan libertad a los Estados a la hora de fijar las

edades mínimas y máxima de responsabilidad penal, la franja de edad a partir

de la cual se considera al adolescente responsable oscila en el derecho

comparado entre los 12 y los 14 años al entender que es a partir de esa edad

cuando comienza a cristalizarse la adquisición de responsabilidad y la capacidad

de raciocinio, y se extiende hasta los 17 años. Por debajo de esas edades los

niños que cometen infracciones quedan sujetos al control de su familia o de las

instituciones civiles de protección, mientras que las personas mayores de 18

años pasan a ser juzgadas y sentenciadas de conformidad con los Códigos

Penales.

La imputabilidad atribuida a los adolescentes debe corresponder a la capacidad

de autonomía y al ejercicio de derechos que se les reconoce en la sociedad, Así

por ejemplo, el establecimiento de una edad para votar o ser electo(a) para

cargos de representación popular, para obtener una licencia de conducir, o para

la compra de bebidas alcohólicas, etc. son expresiones del reconocimiento

social acerca de cuándo una persona está lo suficientemente madura para

tomar decisiones con plena responsabilidad, lo que ocurre por lo general a partir

de los 18 años.

¿Cuál es el mandato de la justicia penal adolescente?

El mandato de la justicia penal adolescente es contribuir a que los adolescentes

se responsabilicen de sus actos, asegurando siempre su bienestar. Para

conseguir estos fines el juez tiene que tener en cuenta a la hora de imponer la

sanción no sólo infracción cometida, sino toda una serie de factores

psicológicos, familiares y sociales en base a los que se determinarán las

medidas que mejor incidan en su educación, procurando causarle la menor

aflicción y restricción de derechos.

La justicia penal adolescente tiene que articularse de forma que éste pueda

comprender las consecuencias que su conducta ha tenido sobre las víctimas,

directas o indirectas, ya que sólo así podrá incidirse en la asunción de su

responsabilidad y en la promoción de cambios de conducta.

¿Qué diferencia existe entre el sistema de justicia penal para adultos y la

justicia penal adolescente?

La diferencia radica en que en la justicia penal adolescente prima por encima de

todo la educación y la reinserción social del infractor, lo que obliga a establecer

procesos rápidos y ágiles y a disponer de un amplio abanico de medidas socioeducativas

que permitan cumplir con esa finalidad.

La justicia penal adolescente establece una serie de restricciones, incluyendo la

prohibición de pena de muerte y el encarcelamiento de por vida. La detención y

encarcelamiento de un adolescente debe ser utilizada como el último recurso

para delitos graves, y siempre por el menor tiempo posible.

Otras de las singularidades frente al proceso penal de adultos, son la

posibilidad de no iniciar el procesamiento, suspenderlo o resolverlo

anticipadamente si se estima que puede causar al menor de edad un perjuicio

mayor que el que él causó; la posibilidad de participar en un programa de

mediación para reparar el daño o conciliarse con la víctima; la exclusión de la

publicidad de juicio oral; la confidencialidad respecto a la identidad del

adolescente; la intervención de los padres o sus representantes; la inclusión de

estudios psico-sociales que orienten al Juez a la hora de determinar la medida a

imponer dentro del marco de la legalidad, o la corta duración e

improrrogabilidad de la prisión

¿Qué tipo de garantías establece la justicia penal adolescente?

Las mismas que existen para las personas mayores de 18 años dentro de los

sistemas penales acusatorios e incluyen: la prueba legal de los hechos;

atribución y notificación de los cargos; conocimiento del asunto por un órgano

jurisdiccional competente, independiente e imparcial; asistencia jurídica durante

el proceso; resolución y fallo de la causa sin demora y derecho a impugnar las

resoluciones ante un tribunal superior

¿Qué significa la remisión de casos en la justicia penal juvenil?

La remisión es una práctica introducida en la regla no. 11 de las Reglas de

Beijing y pretende evitar, en todos los casos que sea posible, los sistemas

penales formales (cortes, etc.) cuando se trate de delitos menores o cuando se

estime que la permanencia en el procedimiento puede causar al adolescente un

daño mayor que el que él causó con el delito. La aplicación de esta práctica

requiere el consentimiento del adolescente y de su representante legal, la

adopción de la decisión por el juez o el fiscal, y nunca avala la creación de un

sistema de resolución de conflictos como sustitutivo de la sede judicial. En este

marco son de gran interés los procesos de mediación en favor de la conciliación

y reparación del daño, tanto a la víctima individual como a la comunidad.

¿Qué tipo de sanciones sugiere la justicia penal adolescente?

El abanico de sanciones previsto es amplio y está especialmente concebido para promover la reinserción social. De allí que las medidas en libertad en el

entorno social y comunitario al que pertenece el adolescente infractor ocupen el

grueso de los posibles listados: la amonestación; la multa; la reparación del

daño causado; la prestación de servicios a la comunidad; la libertad asistida; y la

privación de libertad.

La privación de libertad sólo debe ser impuesta en aquellos casos en donde el

adolescente ha cometido infracciones graves como homicidio, violación,

secuestro, lesiones graves, etc.

¿Por qué la reclusión en un centro de cumplimiento es una sanción de

carácter excepcional?

La privación o reclusión en un centro de cumplimiento es una medida

excepcional porque, de conformidad con numerosas investigaciones empíricas

llevadas a cabo en la última década, el aislamiento de una persona que está en

proceso de formación, lejos de promover cambios positivos de conducta,

contribuye a su desarraigo y a su desocialización. Por otro lado, si se acepta que

la pena debe ser proporcional al delito cometido y, tal y como lo demuestran los

datos existentes en América Latina, la mayoría de los adolescentes cometen

delitos menos graves la reclusión en un centro de cumplimiento debería ser la

sanción menos impuesta.

También en base a investigaciones empíricas, se estima que las medidas

alternativas facilitan la rehabilitación y reinserción social de los adolescentes en

un número muy elevado de casos. El hecho de que se cuente con su

consentimiento y su participación en la elaboración del plan educativo y con la

participación de los padres o representantes y de la comunidad a lo largo del

cumplimiento permiten que el adolescente infractor reflexione sobre las

consecuencias de sus acciones y reciba y se sienta estimulado ante el

reconocimiento que la comunidad le brinda si cumple con el plan pactado.

Elaborado por la Asesora Regional de Protección- Oficina Regional para

América Latina y el Caribe-TACRO (Febrero de 2.004)

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